jueves, 27 de noviembre de 2014

Nuestra empresa va a cambiar el mundo

            Al comenzar este año 2014, escribí un artículo que se titulaba “Yo voy a cambiar el mundo”, el cual, ya que estáis leyendo este, os recomiendo que leáis, solamente tenéis que ir un poquito más atrás en el blog, y que no pretendía más que ser una declaración de intenciones para el nuevo año y una explicación de cómo, cada uno de nosotros, tenemos el poder de movilizar cualquier cambio, simplemente realizando pequeños cambios personales en nuestra vida diaria.

Unos meses después escribí otro artículo (el que también les invito a leer) que se llamó “Mi empresa, el mejor sitio del mundo para trabajar”. En esta ocasión, y después de haber hecho caso a mi declaración de intenciones anterior realizando cambios en mi vida como, por ejemplo, montar mi propia empresa, el artículo fue encaminado a explicar mi manera de ver cómo una empresa debe tratar a sus colaboradores.

Nuevamente, y como hice la primera vez, he querido predicar con el ejemplo y esa es la filosofía de Gestión y Desarrollo de RRHH que aplicamos en mi…nuestra…vuestra empresa, NASH.

Desde entonces, y debido al nacimiento de mis dos mellizas (nuevamente os invito a leer mi post “Bienvenidas al mundo, mis princesas”) entré en un periodo de inactividad en lo que refiere a la redacción de artículos  para este blog.

Sin embargo, el pasado domingo fui a correr y todo retomó de nuevo sentido (os recomiendo ir a correr regularmente, despeja, cuerpo, mente y alma, os puedo asegurar que mis mejores ideas han aparecido en una sesión de running, lo malo es que no suelo llevar nada para apuntar pero, en fin, esperemos que esta sea una de esas buenas ideas) y me dije a mi mismo…Si yo voy a cambiar el mundo…Si mi empresa es el mejor lugar del mundo para trabajar…Está claro, mi empresa debe cambiar el mundo, no puede ser de otra manera, ¿cierto?.