miércoles, 1 de enero de 2014

Y usted…¿qué aprendió en 20 años de escuela?

    
    Esta fue la primera pregunta que me hicieron, hace ya demasiados años, mi primer día de trabajo después de terminar mis estudios en la universidad.
     La verdad es que no recuerdo muy bien qué conteste, pero les puedo asegurar que la respuesta no fue demasiado convincente porque, realmente, aún no tengo demasiado clara la respuesta.
     Y es que el sistema educativo mundial necesita, en mi humilde opinión, un cambio evolutivo muy importante y muy urgente porque ya tenemos un retraso muy importante, y esto es debido a que el entorno actual cambia tan rápido que ya debería estar produciéndose la segunda evolución, el cambio del cambio…voy a intentar explicar lo que quiero decir.

     Nuestro sistema educativo actual está completamente anticuado y obsoleto, ya que está basado en los modelos que se diseñaron gracias a la ilustración y a la revolución industrial en el siglo XVIII y XIX, que permitieron el acceso masivo de la sociedad a la educación, con dos objetivos fundamentales, uno económico que pretendía formar mano de obra para trabajar en las fábricas y otro de desarrollo intelectual, que calificaba como INTELIGENTES a las personas que adquirían conocimientos académicos y como NO INTELIGENTES aquellos que no los adquirían, y que ha hecho que la sociedad “condene” a mucha gente brillante que “el sistema” les dice que no lo son.

Si me permiten, voy a intentar analizar por qué dicho modelo ya no es válido:

     En primer lugar, este modelo de aprendizaje se basa en la adquisición de unos conocimientos teóricos para poder llegar a contestar una serie de problemas definidos con una respuesta única y concreta.
     Este planteamiento está muy alejado de lo que el mundo laboral actual necesita, donde deberíamos poder dar respuestas creativas a problemas nuevos y variables que se nos presentan a cada momento.
     En este sentido, es donde proponemos la primera evolución, el cambio de un modelo de MEMORIZACIÓN a un modelo basado en la CREATIVIDAD. Muchos estudios demuestran que los niños en su más temprana edad tienen una creatividad enorme, ya que su mente no ha sido “domesticada” y a medida que van creciendo y son “educados”, esta creatividad se va limitando cada vez más…¿por qué? Porque TODO lo que les vamos enseñando tiene una sola respuesta, la correcta.
     Y fíjense en otra cuestión, el único lugar donde se les dice esto es en la escuela. El resto del día nuestros niños están recibiendo multitud de estímulos informativos por parte de la televisión, internet, publicidad…tienen toda la información del mundo a su alcance y, sin embargo, parece que la única verdad absoluta del mundo es la que reciben en la escuela.
     Les voy poner un ejemplo personal, durante muchos años en mi escuela me hicieron aprender de memoria unos apuntes escritos en unas hojas amarillentas que mis profesores dictaban. El éxito de mi aprendizaje consistía en que, unos meses después, yo fuese capaz de reproducir literalmente en un examen individual lo que ese profesor me había dictado. (esto ocurría en muchas materias, pero vamos a suponer que me estoy refiriendo a la asignatura de Historia)
     Si no lo conseguía significaba que yo fracasaba escolarmente y que no tendría un muy buen futuro…y yo me pregunto ¿eso es aprender Historia?
     Les puedo asegurar que, de todos los años que estuve estudiando Historia, apenas recuerdo un puñado de fechas y nombres. Sin embargo, les puedo contar mucha Historia del Imperio Romano gracias a mis visitas a esa ciudad, les puedo explicar Historia mundial gracias a los documentales que veo en televisión y realmente he comenzado a conocer la Historia de América a partir del momento en que me vine a vivir a Colombia. 
     Entonces, ¿para qué me sirvió reproducir literalmente lo que mi profesora me dictaba? Aparte de para que mi padre estuviera contento por obtener unas buenas calificaciones…para muy poco.
     Pero actualmente es mucho peor que en mi época de infante ya que, como les he dicho, fuera de la escuela los niños tienen un mundo lleno de posibilidades, de estímulos, de información, lo que hace que la escuela sea un sitio donde la motivación desaparece y el aburrimiento hace que el fracaso escolar aumente.
     Entonces, es el momento de decir que el niño no vale para estudiar y la sociedad le “condene” y le diga que no es inteligente y le relegue a escalafones inferiores dentro de la cadena productiva.
     Y yo les pregunto, si ustedes estuvieran en un trabajo que les aburre, donde tienen un jefe que no les motiva, donde acudir cada día es un infierno, que no les aporta nada a su vida aparte de un salario…
1)     ¿Pensarían que ustedes no valen para trabajar como “el sistema” le hace pensar a un niño que no encaja en él?
2)     ¿O intentarían buscar otro empleo que les motivara más? 
     El problema es que, aunque muchos mayores no tengamos la suficiente valentía para afrontar ese cambio, sí que podríamos cambiar de empleo, cosa que un niño no puede hacer por sí mismo y depende de las decisiones que otras personas tomen por él o ella.

Cruel…¿Verdad?

     Aquí es donde proponemos una segunda evolución y es basar el modelo educativo en un modelo de desarrollo personal similar al que se está desarrollando en el ámbito empresarial. 

¿Qué queremos decir con esto?

     En el mundo empresarial actual cada vez tiene más importancia el desarrollo de habilidades personales, las empresas gastan millones en que sus empleados adquieran “soft skills”, fundamentales para el desarrollo profesional de los trabajadores y, por consiguiente, para el aumento del beneficio empresarial y mi pregunta es…¿por qué esta inversión debe hacerse en la empresa?¿por qué se descuida durante 20 años?¿por qué no se puede hacer desde el jardín de infancia?
Veamos, en este aspecto, qué se podría mejorar en el “sistema” actual.
     El modelo educativo actual está basado en la competitividad, los niños no van a la escuela para aprender, sino para ser mejores que los demás, el rendimiento se basa en exámenes individuales en los que las calificaciones están determinadas por la media de los resultados, no basta con saber, sino hay que saber más que los demás, no todos los alumnos pueden obtener sobresalientes, para poder sacar un sobresaliente alguien tiene que suspender, es así de cruel.
     Este modelo se ha demostrado inútil en el mundo empresarial, donde se apuesta por el modelo colaborativo, en el que todos tienen que aportar para el bien común, donde el logro del equipo está por encima de los éxitos individuales y donde la capacidad de trabajar en equipo o de liderarlo es una de las características más valoradas en los trabajadores.
     Nuestro modelo educativo se basa en el supuesto de que todos los niños con la misma edad tienen la misma capacidad intelectual, las mismas inquietudes, los mismos gustos…el único criterio para agrupar a sujetos similares es la edad…¿ustedes creen que esto tiene sentido?
     Como hemos dicho anteriormente, a los niños se les va quitando su creatividad, pero lo más importante, no se les forma en habilidades sociales, sin las cuales no van a poder desenvolverse en el mundo “real”.
Veamos a qué habilidades nos estamos refiriendo, por ejemplo:
a)     Trabajo en equipo - No se les enseña a aportar al grupo, a sacrificarse por los demás, a trabajar para un bien común, se les enseña a ser mejores que los demás. ¿Por qué parece que estos valores solo funcionan en los equipos deportivos de las películas americanas?
b)     Comunicación – A los niños no se les enseña a hablar en público, al revés, cuando se les quiere ridiculizar se les pone a hablar delante de sus compañeros para que los demás se rían de ellos.
Además no se fomenta la comunicación interpersonal, los debates, la comunicación escrita…
c)     Liderazgo – Parece mentira que, con el esfuerzo que ponen las empresas en intentar detectar esta habilidad en todos sus funcionarios, no se hagan esfuerzos en intentar detectar líderes en potencia y acompañarles en el proceso de desarrollo de este liderazgo.
d)     Actitud ante el cambio – Vivimos en una sociedad en cambio continuo y la clave del éxito de las personas va a depender en una gran medida no solo en la capacidad que tengan de adaptarse a estos cambios, sino del potencial que tengan para promover dichos cambios. Debería ser un aspecto a trabajar intensamente en nuestro sistema educativo.
e)     Otros muchos aspectos como resiliencia, gestión del tiempo, relaciones interpersonales, argumentación, persuasión…
En definitiva y en mi opinión, el foco de la educación no debe estar en transmitir una serie de conocimientos estándares a personas heterogéneas, sino que debe enfocarse en descubrir las características, habilidades, fortalezas y debilidades de cada uno de los individuos y, una vez hecho esto, diseñar un itinerario formativo “ad hoc” para las necesidades individuales de cada persona.
Un sistema con exámenes estándares no tiene sentido, ya que en el mundo empresarial no se va a evaluar a nadie de esta manera, debemos encontrar un sistema que analice la evolución del alumno, que detecte las áreas que tiene de mejora, que explote dichas áreas y que analice los resultados. 
Un sistema de evaluación que mida aplicaciones reales de los conocimientos adquiridos, el esfuerzo realizado y el resultado obtenido, y que contemple y admita que no siempre “se gana” y que los “fracasos” son la antesala de los éxitos y que se debe aprender de ellos. Un sistema que te enseñe a vivir.
Y todo esto debe estar articulado en torno a nuestros formadores, que deben dejar de ser transmisores de información y evaluadores del grado de perfección en la repetición de esta información, para transformarse en auténticos “tutores” que se impliquen en el crecimiento personal, en el aprendizaje y en la preparación para el mundo empresarial, todo esto con una orientación absoluta hacia su cliente, su alumno.
En definitiva, que nuestros formadores sean cada vez más “coach” o desarrolladores de personas, cuyos objetivos sean:
1)     Tener alumnos motivados, con ganas de aprender, 
2)     Desarrollar su creatividad 
3)     Y prepararles integralmente para una sociedad moderna, de servicios e información, para la cual deben poseer una formación totalmente distinta a la que necesitaban hace 2 siglos.

¿Un modelo así necesita cambios? 

Por supuesto, y cambios desde lo más básico:
-       Cambio de paradigma de lo que es la educación, 
-       Cambios en lo que se debe enseñar, 
-       Cambios en la mentalidad de los profesores,
-       Cambios en su manera de impartir clases, 
-       Cambios en el número de alumnos por clase, 
-       Cambios en la agrupación de alumnos en grupos con criterios distintos que no sea la edad,  -   Cambios en la manera de calificar, examinar, medir el rendimiento académico.
 

¿Un modelo así necesita inversión? 

Ineludiblemente, desde los medios tecnológicos, la formación y reciclaje de los profesores, el número de horas lectivas y de tutorías, la atención personalizada…pero no dudemos que esta inversión tendrá un retorno exponencial para la sociedad.

¿Un modelo así necesita proyectos a largo plazo? 

Efectivamente, un cambio así no se realiza de un día para otro, sino que debe ser una inversión a largo plazo, que se verá en las generaciones siguientes.
Sin embargo, estos cambios y esta inversión sostenidos en el tiempo provocarán un desarrollo del activo más importante de la sociedad, las personas, y probablemente nuestros hijos puedan contestar algo coherente cuando alguien les pregunte:

Y usted…¿qué aprendió en 20 años de escuela?

 
Héctor Trinidad Quijada
Socio Director de NASH Humanes Consulting

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, un fuerte abrazo.