lunes, 9 de noviembre de 2015

Si no tienes Empatía…nunca te comunicarás bien con los demás


En un artículo anterior intentamos explicar por qué el ser humano es el animal que peor se comunica, y os anticipé que os explicaría cómo mejorar nuestras habilidades de comunicación…y es eso precisamente lo que vamos a intentar con este artículo, intentar comunicarnos mejor.


Nuevamente insisto en que todos los seres humanos tenemos problemas de comunicación con los demás, y hoy vamos a analizar una de las claves: LA EMPATÍA.


Y lo escribo con letras mayúsculas porque este es un concepto fundamental, que todos deberíamos trabajar desde que somos niños, y que ninguno lo hacemos, veamos por qué:


Yo os pregunto ¿Qué es la Empatía? Estoy seguro que casi todos me responderéis acertadamente, la Empatía es “ponerse en los zapatos” del otro. Esta frase ha sido tan repetida, que todos lo vemos como algo extremadamente fácil, y que hacemos habitualmente en nuestra vida cotidiana.


Pues aquí voy a discrepar de vosotros: LOS SERES HUMANOS NO TENEMOS EMPATÍA, por lo menos no tanta como nosotros creemos.


Nuevamente me podéis decir: Eso no es cierto, y es normal que penséis así, porque todos creemos y sentimos que somos empáticos y estamos seguros de ello pero, realmente, ninguno de nosotros lo somos lo suficiente, os voy a intentar explicar por qué.


Si la Empatía es, efectivamente, entender a los demás, ponerse en los zapatos del otro, sentir lo que siente y sufrir lo que sufre, entonces la Empatía no es buena para el ser humano porque nos hace sufrir, sufrir por el sufrimiento de los demás, y eso no nos permite tener una vida sana.


¿Qué es lo que hacemos entonces? Nos centramos en nuestra vida, en nuestro círculo y nos protegemos para que el sufrimiento del mundo no nos impida vivir, evolucionar y ser más o menos felices.


Si no fuera así, no sería posible que hubiera guerras, que hubiera violencia, asesinatos, dolor y maldad, si realmente sintiéramos ese dolor, los seres humanos hubiéramos terminado con todo eso hace muchísimo tiempo.


Pero claro, podéis decirme que me estoy yendo a un extremo radical de la existencia humana, bien, centrémonos entonces en nuestro círculo cercano ¿Tenemos Empatía con la gente que nos importa?¿Y con la que nos relacionamos cada día?


La Empatía nos hace preocuparnos por los demás, por su vida, por lo que sienten y lo que sufren y eso, lo siento mis amigos, tampoco lo hacemos. Curamos nuestra conciencia diciéndole a alguien que entendemos por lo que está pasando pero, ¿qué hacemos para ayudarle?


Os pongo varios ejemplos, un familiar de un amigo muere, vamos a acompañarle en el entierro y le apoyamos pero…¿le acompañamos los siguientes meses en su dolor?


Un amigo nuestro pierde el empleo y no tiene como sustentar a su familia, hablamos con él, le animamos, le decimos que puede contar con nosotros pero…¿estamos después ayudándole constantemente hasta que consigue nuevamente un empleo?


Alguien de nuestro entorno tiene una enfermedad y le llamamos, le visitamos, le damos mucho ánimo y nos ponemos a su entera disposición pero…¿le acompañamos luego todos los días en su proceso?¿le ayudamos a buscar los mejores tratamientos?¿le apoyamos económicamente para pagarlos? Y si no tenemos dinero, ¿hacemos algo para recaudar fondos?


Nuevamente a todas estas cuestiones mi respuesta es NO. Los seres humanos, acallamos nuestras conciencias con pequeños actos que nos convencen de que entendemos y ayudamos a los demás, pero realmente no es así.


Pero, ¿qué tiene que ver esto con la comunicación? Pues señores míos…TODO, veamos por qué.


Para comunicarnos eficientemente es IMPRESCINDIBLE desarrollar la Empatía, entender a la otra persona, comprender sus argumentos pero sobre todo, comprender como siente, como piensa y lo más importante, por qué piensa y siente así.


Pensad cuando discutimos con alguien, y elegid vosotros el tema: trabajo, estudios, fútbol, familia, política, religión…cualquier tema en el que dos personas puedan tener opiniones diferentes.


Pues bien, cuando todos nosotros estamos en estas situaciones, nunca nos ponemos en la piel del otro mientras habla. Fijaos que, cuando la otra persona está hablando, tenemos una actitud de escuchar para rebatir lo que está diciendo, para contraatacar con argumentos mucho más potentes que los suyos, para ganar la discusión, conversación…


¿Y por qué la Empatía nos puede cambiar la vida? Porque si realmente pensamos en la otra persona, intentaremos entender por qué piensa así, y nunca intentaremos convencerle para que piense como nosotros, siendo esta la clave para solucionar todos los conflictos y buscar puntos de acuerdo y entendimiento.


Os voy a poner un ejemplo, en nuestro trabajo tenemos personas a nuestro cargo y una de ellas llega constantemente tarde…¿Qué pensáis? ¿Qué sentís? Y sobre todo…¿Cómo actuáis?¿Intentáis corregir su comportamiento u os sentáis a hablar con esa persona para que os explique por qué tiene esa situación y de esa manera buscar una solución a su problema?


Otro ejemplo…tenéis un hij@ que no está teniendo un buen rendimiento académico…¿Qué hacéis?¿Intentáis convencerl@ de que debe estudiar más u os preocupáis por entender qué está pasando en su interior y cuál es la causa para, nuevamente, intentar ayudarle y solucionar sus problemas?


En ambas situaciones lo normal es lo primero, y bajo la excusa de que estamos haciendo lo mejor para la otra persona, realmente estamos haciendo lo mejor para nosotros mismos, porque lo único que pretendemos es corregir la desviación del comportamiento para eliminar NUESTRO problema, no analizar las causas de los problemas de la otra persona, que realmente han sido los que han originado la situación, y que son los que deben ser tratados para que TODOS ganemos.


Si nos dedicáramos a hablar menos para convencer y, por el contrario, dedicáramos nuestros esfuerzos a prejuzgar menos, a escuchar más, a mirar más, a sentir más y a entender más a los demás, nuestra comunicación sería mucho más eficiente, ayudaríamos más a las personas que nos rodean y, lo más importante, sustituiríamos nuestra frustración porque los demás no nos entienden, por satisfacción porque somos capaces de entender y ayudar a los demás.


Porque si os paráis a analizar, la naturaleza nos ha dado a los seres humanos una sola boca, pero nos ha dado dos ojos para ver, dos orejas para escuchar y la capacidad de sentir en nuestro interior.

Por lo tanto, dejemos de decir la tontería de la frase de "ponerse en los zapatos" y digamos, creámonos y apliquemos a nuestra vida lo que realmente es la Empatía: Es dejar nuestro ego a un lado y preocuparnos de verdad por la PERSONA que tenemos en frente.


Nuevamente les indico que cambiar la manera de actuar no es fácil, porque hemos vivido así toda nuestra vida, y estamos acostumbrados a hacer siempre lo mismo de manera similar, pero lo único que quiero hacer para concluir es recordarles una cosa:


“Si no tienes Empatía…nunca te comunicarás bien con los demás”


Héctor Trinidad

Director General de NASH

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