En un
artículo anterior intentamos explicar por qué el ser humano es el animal que
peor se comunica, y os anticipé que os explicaría cómo mejorar nuestras
habilidades de comunicación…y es eso precisamente lo que vamos a intentar con
este artículo, intentar comunicarnos mejor.
Nuevamente
insisto en que todos los seres humanos tenemos problemas de comunicación con
los demás, y hoy vamos a analizar una de las claves: LA EMPATÍA.
Y lo escribo
con letras mayúsculas porque este es un concepto fundamental, que todos deberíamos trabajar
desde que somos niños, y que ninguno
lo hacemos, veamos por qué:
Yo os
pregunto ¿Qué es la Empatía?
Estoy seguro que casi todos me responderéis acertadamente, la Empatía es “ponerse en los
zapatos” del otro. Esta frase ha sido tan repetida, que todos lo vemos como
algo extremadamente fácil, y que hacemos habitualmente en nuestra vida
cotidiana.
Pues aquí
voy a discrepar de vosotros: LOS SERES
HUMANOS NO TENEMOS EMPATÍA, por lo menos no tanta como nosotros
creemos.
Nuevamente
me podéis decir: Eso no es cierto, y es normal que penséis así, porque todos
creemos y sentimos que somos empáticos y estamos seguros de ello pero,
realmente, ninguno de nosotros lo somos lo suficiente, os voy a intentar
explicar por qué.
Si la Empatía es, efectivamente,
entender a los demás, ponerse en los zapatos del otro, sentir lo que siente y
sufrir lo que sufre, entonces la Empatía
no es buena para el ser humano porque nos hace sufrir, sufrir por el
sufrimiento de los demás, y eso no nos permite tener una vida sana.
¿Qué es lo que hacemos entonces? Nos centramos en nuestra vida, en nuestro
círculo y nos protegemos para que el sufrimiento del mundo no nos impida vivir,
evolucionar y ser más o menos felices.
Si no fuera
así, no sería posible que hubiera guerras, que hubiera violencia, asesinatos,
dolor y maldad, si realmente sintiéramos ese dolor, los seres
humanos hubiéramos terminado con todo eso hace muchísimo tiempo.
Pero claro,
podéis decirme que me estoy yendo a un extremo radical de la existencia humana,
bien, centrémonos entonces en nuestro círculo cercano ¿Tenemos Empatía con la gente que nos
importa?¿Y con la que nos relacionamos cada día?
La Empatía nos hace preocuparnos
por los demás, por su vida, por lo que sienten y lo que sufren y eso, lo siento
mis amigos, tampoco lo hacemos. Curamos nuestra conciencia diciéndole a alguien
que entendemos por lo que está pasando pero, ¿qué hacemos para ayudarle?
Os pongo
varios ejemplos, un familiar de un amigo muere, vamos a acompañarle en el
entierro y le apoyamos pero…¿le
acompañamos los siguientes meses en su dolor?
Un amigo
nuestro pierde el empleo y no tiene como sustentar a su familia, hablamos con
él, le animamos, le decimos que puede contar con nosotros pero…¿estamos después ayudándole constantemente
hasta que consigue nuevamente un empleo?
Alguien de
nuestro entorno tiene una enfermedad y le llamamos, le visitamos, le damos
mucho ánimo y nos ponemos a su entera disposición pero…¿le acompañamos luego todos los días en su
proceso?¿le ayudamos a buscar los mejores tratamientos?¿le apoyamos
económicamente para pagarlos? Y si no tenemos dinero, ¿hacemos algo para recaudar fondos?
Nuevamente a
todas estas cuestiones mi respuesta es NO.
Los seres humanos, acallamos nuestras conciencias con pequeños actos que nos
convencen de que entendemos y ayudamos a los demás, pero realmente no es así.
Pero, ¿qué
tiene que ver esto con la comunicación? Pues señores míos…TODO, veamos por qué.
Para
comunicarnos eficientemente es IMPRESCINDIBLE
desarrollar la Empatía,
entender a la otra persona, comprender sus argumentos pero sobre todo,
comprender como siente, como piensa y lo más importante, por qué piensa y
siente así.
Pensad
cuando discutimos con alguien, y elegid vosotros el tema: trabajo,
estudios, fútbol, familia, política, religión…cualquier tema en el que dos
personas puedan tener opiniones diferentes.
Pues bien,
cuando todos nosotros estamos en estas situaciones, nunca nos ponemos en la
piel del otro mientras habla. Fijaos que, cuando la otra persona está hablando,
tenemos una actitud de escuchar para rebatir lo que está diciendo, para
contraatacar con argumentos mucho más potentes que los suyos, para ganar la
discusión, conversación…
¿Y por qué
la Empatía nos puede
cambiar la vida? Porque si realmente pensamos en la otra persona, intentaremos
entender por qué piensa así, y nunca intentaremos convencerle para que piense
como nosotros, siendo esta la clave para solucionar todos los conflictos y
buscar puntos de acuerdo y entendimiento.
Os voy
a poner un ejemplo, en nuestro trabajo tenemos personas a nuestro cargo y una
de ellas llega constantemente tarde…¿Qué pensáis? ¿Qué sentís? Y sobre
todo…¿Cómo actuáis?¿Intentáis corregir su comportamiento u os sentáis a hablar
con esa persona para que os explique por qué tiene esa situación y de
esa manera buscar una solución a su problema?
Otro
ejemplo…tenéis un hij@ que no está teniendo un buen rendimiento académico…¿Qué
hacéis?¿Intentáis convencerl@ de que debe estudiar más u os preocupáis por
entender qué está pasando en su interior y cuál es la causa para, nuevamente,
intentar ayudarle y solucionar sus problemas?
En ambas
situaciones lo normal es lo primero, y bajo la excusa de que estamos haciendo
lo mejor para la otra persona, realmente estamos haciendo lo mejor para
nosotros mismos, porque lo único que pretendemos es corregir la desviación del
comportamiento para eliminar NUESTRO problema, no analizar las causas de los
problemas de la otra persona, que realmente han sido los que han originado la
situación, y que son los que deben ser tratados para que TODOS ganemos.
Si nos
dedicáramos a hablar menos para convencer y, por el contrario, dedicáramos
nuestros esfuerzos a prejuzgar menos, a escuchar más, a mirar más, a
sentir más y a entender más a los demás, nuestra comunicación sería mucho más
eficiente, ayudaríamos más a las personas que nos rodean y, lo más importante,
sustituiríamos nuestra frustración porque los demás no nos entienden, por
satisfacción porque somos capaces de entender y ayudar a los demás.
Porque
si os paráis a analizar, la naturaleza nos ha dado a los seres
humanos una sola boca, pero nos ha dado dos ojos para ver, dos orejas para
escuchar y la capacidad de sentir en nuestro interior.
Por lo
tanto, dejemos de decir la tontería de la frase de "ponerse en los
zapatos" y digamos, creámonos y apliquemos a nuestra vida lo que realmente
es la Empatía: Es dejar nuestro ego a
un lado y preocuparnos de verdad por la PERSONA que tenemos en
frente.
Nuevamente
les indico que cambiar la manera de actuar no es fácil, porque hemos vivido así
toda nuestra vida, y estamos acostumbrados a hacer siempre lo mismo de manera
similar, pero lo único que quiero hacer para concluir es recordarles una
cosa:
“Si no tienes Empatía…nunca te comunicarás bien con los demás”
Héctor
Trinidad
Director
General de NASH
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Gracias por participar, un fuerte abrazo.